El municipio de San Juan Comalapa es uno de los 16 municipios del departamento de Chimaltenango cuya población es maya-Kaqchiquel que aún mantienen sus prácticas, valores y principios ancestrales. Los medios de vida de las familias provienen principalmente de la producción agrícola y los ingresos que se generan de la producción permiten cumplir con las necesidades de educación, salud y vivienda. En el área, la juventud migra a otros países por la falta de empleo y emprendimientos propios y las mujeres jóvenes son las que menos posibilidades tienen para obtener un trabajo renumerado.
La Asociación de Productores Comalapenses -ASPROC- del municipio de San Juan Comalapa, nació en el año 2011 con la participación de un grupo de jóvenes. El comité inició con el propósito de intercambiar conocimientos para la producción de tomate bajo condiciones controladas. Pero con el tiempo fue necesario constituirse legalmente en Asociación para la producción de hortalizas orgánicas bajo invernaderos (tomate, chile y pepino) y aglutina a más de 65 socios indígenas kaqchiqueles, en donde el 40% son mujeres, y su visión es impulsar procesos de formación para jóvenes agricultores socios de la región para la elaboración de bioinsumos líquidos y sólidos y la producción de hortalizas orgánicas.
El propósito es producir hortalizas orgánicas con los bioinsumos que produce la asociación, partir de microorganismos de montaña (que se recogen en el bosque de Comalapa), plantas nativas y las mismas hortalizas como: Cebolla, Chile, ajo, entre otras; toda la producción se hace bajo invernadero y se aprovechan las aguas subterráneas por medio de pozos artesanales en donde se succiona el agua con bombas sumergibles y se conducen al sistema de riego por goteo, siendo el más eficiente en el uso racional e inteligente del agua.
En el marco del proyecto “Producción y comercialización de hortalizas orgánicas; fabricando los bioinsumos agrícolas, por jóvenes mayas Kaqchikeles” apoyado por el Programa de Pequeñas Donaciones del GEF implementado por PNUD se logró la construcción y operativización de una Biofabrica para la producción de bioinsumos tales como bioinsecticidas, biofungicidas, bionematicidas y abonos foliares. Durante el primer año de operativización, la Biofábrica ha producido 25,000 litros de bioinsumos, entre los que se encuentran 3 biofertilizantes, 4 biocontroladores (insecticidas, bionematicida, y biofungicidas), todos ellos a partir del uso de microorganismos de montaña, sales básicas y el uso de 19 plantas nativas.
Los bioinsumos mejoran la fertilidad del suelo, favorecen la tolerancia de las plantas y la productividad de los cultivos, al mismo tiempo que no representan un riesgo de salud para el productor tanto en su fabricación como en su aplicación, además que reducen la utilización de agroquímicos y contaminantes.
Somos un grupo de jóvenes que buscamos un desarrollo local, nos denominamos Jóvenes ASPROC, hemos sido capacitados en Buenas Prácticas Agrícolas, Manejo y mantenimiento de bio fábrica y elaboración de Bioinsumos para hortalizas. Eddy López
Con el proyecto se estableció una parcela de plantas nativas con más de 19 especies que sirven para la producción de los bioinsumos en la biofabrica, y con ello, se recupera el valor agronómico de las plantas para la producción de biofertilzantes y biocontroladores.
Los bioinsumos son utilizados en las áreas de producción agrícola de ASPROC en donde se produce chile pimiento, pepino y tomate bajo invernaderos. Esta tecnología radica en desarrollar agricultura protegida, el uso eficiente de agua a través de riego por goteo y el uso de bioinsumos como parte del plan de manejo
“Nosotros no solo nos capacitamos, sino ponemos en práctica lo aprendido porque estamos trabajando en la parcela nativa, en la biofábrica y en los invernaderos, solo de esta forma aplicamos el conocimiento y replicamos a otras personas que desean conocer nuestro trabajo”. Melany Eliza Mux Sajbochol.
También se desarrolló un proceso formativo para 24 jóvenes enfocado a buenas practicas de manufactura y agrícolas en la producción, uso y aplicación de bioinsumos, así como en el manejo de la biofabrica, donde también participar socios adultos de ASPROC para trasladar el conocimiento ancestral.
“Hemos capacitado a la juventud para que los conocimientos ancestrales no se pierdan, además de generar ingresos propios y de aprovechar las plantas nativas para la producción de bioinsumos disminuyendo el uso de químicos y reduciendo costos en producción de hortalizas” Don Moisés Telón
Los bioinsumos se venden en la biofábrica y son aplicados en las diferentes parcelas, teniendo como resultado productos orgánicos de calidad.