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Asociación de Desarrollo Autosostenible Comunitaria ADESAC.

Comunidades resilientes al cambio climático.


La asociación ADESAC, es una organización conformada en su mayoría por la población k´iche, y que desarrolla sus acciones en la comunidad de Chiquix, y sus cuatro comunidades siendo estas: Parraxquim, Tzamqa´am, Pachutiquim, Chajuab y Pacamposanto en donde se impulsan acciones de conservación y recuperación ambiental, apoyo a medios de vida que giran en torno a la siembra de papa, haba y granos básicos. Con la intervención del PPD se pudieron alcanzar los siguientes resultados:


De manera estrecha con los alcaldes y guardabosques comunitarios se han restaurado y enriquecido 19.45 hectáreas tanto de propiedad comunal como particular, esto con 2 especies nativas (Alnus jorullensis y Pino pseudostrobus) y con esto se recuperan áreas con categoría de media a alta recarga hídrica de la zona. Esta acción estratégica beneficio a al menos 80 propietarios particulares y 4 áreas comunales, al sembrar plantas forestales que en el futuro contribuirán a la restauración de la cubierta forestal, regulación del ciclo hidrológico, conectividad ecológica para especies de fauna y flora, así como los beneficios directos de provisión de madera y leña para las poblaciones locales.



De igual manera se han establecido prácticas de conservación de suelos en áreas de producción agrícola de grano básicos, habiéndose construido acequias de ladera para contener la humedad y retención de partículas de suelo en 5 ha., esto contribuye a disminuir la erosión de los suelos, la perdida de fertilidad de estos, así como a mejorar las cosechas de cultivos para los 120 beneficiarios, entre ellos 60 mujeres. En estas mismas 5 ha. se han incorporado especies frutales de tal cuenta de conformar sistemas agroforestales que permitan un uso manejo integral de dichas áreas, con esto se contribuye a que los beneficiarios incorporen otro cultivo a sus sistemas productivos, se incorporan arboles que regularan el microclima del terreno a la vez que a futuro brindaran frutos a los propietarios tanto para su consumo o bien sea para la venta.  


Se trabajó con 120 beneficios en la recuperación de 11 hectáreas de sistemas productivos de haba y papa, ya que debido a las restricciones derivadas del confinamiento por COVID-19 este medio de vida se había visto afectado. En este caso se proporcionaron semillas de haba y papa para restablecer dicho sistema, para lo cual se logró producir 380 quintales de papa generándose dentro de los beneficiarios un ingreso estimado de Q87, 500.00 por concepto de venta y autoconsumo de este cultivo. Para el caso de habas, se lograron producir 203 quintales, las cuales representaron un ingreso entre los 120 beneficiarios de Q 161,800.00 entre la venta y autoconsumo de la producción. Estos ingresos les permitieron reactivar su producción agrícola, la adquisición de otros alimentos para la dieta básica, y de igual forma han destinado al menos un 20% de la producción para semillas y su uso en futuros ciclos productivos.


Para este componente de producción agrícola, también se produjo por parte de los 120 socios, la cantidad de 300 quintales de abono orgánico tipo bocashi, el cual fue utilizado en los cultivos de papa y haba, en este caso se formó a estos beneficiarios a través de talleres prácticos en la producción de su propio abono orgánico, y con esto reducir la dependencia de insumos químicos y reducir los costos de producción de sus cultivos.


De igual manera se estableció un emprendimiento en la transformación de haba en subproductos como harina, panes, galletas, entre otros, esto con un grupo de mujeres socias de ADESAC, y para lo cual se desarrollaron talles prácticos de transformación, equipamiento y presentación final de los subproductos de haba, con esto se impulsa a que las comunidades le den un valor agregado a sus productos agrícolas y de esta manera obtengan mayores beneficios derivado de su comercialización.





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