Damaris Fabiola Quijivix Monzón. Representante del Programa de Pequeñas Donaciones en la Séptima Asamblea del GEF en Canadá.
Valle de Palajunoj, Quetzaltenango.
La séptima Asamblea del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) marcó un hito en mi participación como mujer del pueblo kiche guatemalteco. Durante este evento, logré consolidar y enriquecer mis conocimientos, especialmente en temas relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad ambiental. La oportunidad de asistir a sesiones y foros en los que se compartían experiencias sobre prácticas sostenibles en diversas comunidades fue fundamental para mi desarrollo personal y profesional.
Participar en uno de los foros representó un espacio invaluable para exponer las actividades de los proyectos que lideramos como jóvenes en nuestra comunidad. Destacamos las acciones que hemos emprendido para la protección y recuperación de los bosques, así como la forma en que hemos organizado e involucrado a distintos grupos demográficos, como mujeres, niños y jóvenes, en nuestras iniciativas. Además, presentamos ejemplos de cómo hemos innovado productos utilizando de manera sostenible los recursos ambientales locales.
La oportunidad de compartir estas experiencias no solo fortaleció nuestra labor a nivel comunitario, sino que también permitió inspirar a otros participantes en la Asamblea. Agradezco profundamente al Programa de Pequeñas Donaciones por facilitar mi participación en este evento crucial. La inclusión de jóvenes en estas plataformas es esencial, ya que somos la fuerza motriz detrás de los cambios necesarios y resilientes en nuestra sociedad.
La barrera del idioma no fue un obstáculo insuperable. A pesar de que el evento se llevó a cabo en inglés, me propuse participar activamente y sumergirme en todas las actividades. La diversidad lingüística enriqueció la experiencia, mostrándome la importancia de superar las barreras del idioma para colaborar de manera efectiva en un ámbito global.
El reto de participar en un evento internacional fue una oportunidad para aprender y conectarme con otros jóvenes de América Latina y América. En el penúltimo día de la Asamblea, se reservó un espacio para que los jóvenes tuvieran la oportunidad de dirigirse a todos los participantes a nivel mundial. En este contexto, fui sorprendida gratamente cuando mis compañeros de otros países me propusieron representar a los jóvenes de Latinoamérica y compartir un discurso en español.
Este momento fue significativo, ya que pude transmitir las experiencias, desafíos y éxitos de los jóvenes latinoamericanos comprometidos con la sostenibilidad ambiental. Hablar en nombre de mi región fue un honor y un recordatorio de la importancia de la colaboración internacional para abordar los desafíos ambientales que trascienden fronteras.
La séptima Asamblea del GEF no solo fue un espacio para adquirir conocimientos y compartir experiencias, sino también una plataforma que demostró el papel vital que desempeñan los jóvenes en la construcción de un futuro sostenible. Nuestra participación es esencial para impulsar cambios y promover prácticas resilientes que beneficien a nuestras comunidades y al planeta en su conjunto.
Mi participación en la séptima Asamblea del GEF fue una experiencia enriquecedora que fortaleció mi compromiso con la sostenibilidad y consolidó mi convicción de que los jóvenes son agentes de cambio fundamentales en la construcción de un mundo más resiliente y equitativo.
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